DESTINOS, RUTAS Y GUÍAS DE VIAJE PARA TROTAMUNDOS

Nuestros motivos para viajar por libre

Hay tantos modos de viajar como viajeros pero la verdad es que nosotr@s preferimos organizar nuestros viajes y escapadas por nuestra cuenta, es decir, por libre.

Viajar por libre nos proporciona un grado de independencia que no nos permiten los viajes organizados o en grupo. Podemos preparar nuestro propio itinerario, dar prioridad a determinados lugares, quedarnos más tiempo disfrutando de aquellos sitios que más nos gustan, con la ventaja de ser mucho más económico que un paquete turístico.

Además hoy en día, con todos los avances tecnológicos que hay (internet, teléfono móvil, aplicaciones…) es muy fácil comprar vuelos, reservar alojamientos y todo tipo de actividades con un sólo click. En definitiva, no hay excusa para montar, por tí mismo, un viaje a cualquier lugar del mundo.

Vamos a desgranar todas y cada una de las ventajas que, para nosotros, implica viajar por libre.


Disfrutamos la preparación del viaje

Dicen que con cada proyecto viajero se viaja tres veces: cuando se prepara el viaje, mientras se disfruta y cuando se recuerda lo vivido. Creo profundamente que es cierto.

No hay nada que me guste más que ponerme frente al portátil y empezar el proceso de búsqueda: vuelos, alojamientos, información sobre el destino…Cualquier dato relacionado con el país o lugar a visitar pasan a ser, de inmediato, objeto de estudio.

Indagar en internet, leer blogs viajeros, devorar guías en papel y revistas de viajes se convierten en mis principales aficiones en las semanas previas a cualquier viaje o escapada.

Preparando nuestros viajes

No sé a vosotros, pero a mí me encanta ver películas o series relacionadas con el destino: cuando fuimos a Escocia engullí Outlander del primer al último capítulo, Juego de Tronos me dio numerosas pistas sobre lo que podía encontrarme en Dubrovnik, Memorias de África la he visto mil veces y Notting Hill, aunque algo mediocre, me ha acompañado en mi encuentro con Londres.

Pero una serie o un largometraje no puede aportar datos históricos precisos y veraces como sí lo hacen algunas novelas o ensayos. Por eso también me encanta empaparme de literatura sobre el destino.

Todo esto contribuye no sólo a que durante el viaje me entere de lo que estoy viendo, si no también a mi aprendizaje y a que ¡me lo pase genial con esta etapa previa al viaje!


Obtenemos mejores precios

En general, preparar por cuenta propia un viaje supone un ahorro considerable si lo comparamos con los precios de muchas agencias.

Nosotros solemos utilizar buscadores como Skyscanner para comparar precios de vuelos, referencias de alojamientos en Booking y Tripadvisor, y cualquier otro comparador que nos permita obtener las tarifas más ventajosas. Es obvio que una agencia cobra comisión por sus servicios, por tanto el precio aumenta.

También creemos que a veces es inevitable trabajar con algún intermediario, como en el caso de grandes viajes que requieran servicios a terceros o la necesidad de ir con guía local (safaris fotográficos, por ejemplo).

Isla de Korcula, Croacia

Aún así, siempre es posible contactar directamente con agencias locales y contratar con ellos este tipo de servicios. Los precios siempre van a ser más bajos y, si las referencias son buenas, la experiencia puede ser del todo satisfactoria.


Tomamos nuestras decisiones

Cuando preparas un viaje por libre eres totalmente ídem para hacer tus propias elecciones sin que nada ni nadie te condicione.

Tú decides dónde alojarte, dónde comer, qué ver y cuánto tiempo dedicarle a cada lugar sin depender de un grupo que seguramente tendrá un ritmo marcado y un tiempo muy limitado para cada visita. ¿Que quieres pasarte tres horas en Piazza San Marco o contemplando el castillo de Eilean Donan? Pues perfecto, ir por libre te permite hacerlo.

Castillo Eilean Donan al atardecer, Escocia

Nosotros solemos madrugar mucho para ver determinados sitios a primera hora, cuando empieza a amanecer, y disfrutar después de un desayuno relajado antes de seguir con la ruta, cosa que no podríamos hacer en un viaje organizado, en el que hay que ceñirse a un horario estricto.

Y eso no va nada con nosotros.


Gestionamos nuestro tiempo

Continuando con la gestión del tiempo que comentábamos en el punto anterior, cuando organizas tu propio viaje también eres dueño de tu propio tiempo.

Cuando, en septiembre de 2016, hicimos una ruta en coche de dos semanas por Croacia y Bosnia-Herzegovina, nos limitamos a conocer la Costa Dálmata en 8 días y dedicamos 5 a Bosnia. Todo el mundo nos decía que podríamos aprovechar esos 13 días para ver toda Croacia e incluso también Eslovenia, pero preferimos ir más despacio y disfrutar más de cada lugar.

También dedicamos dos días a Mostar y tres días a Sarajevo, ciudades que en grupos organizados se suelen ver en un sólo día.

Estampas de Sarajevo, Bosnia

En definitiva, viajar por libre te hace precisamente eso, libre, te da la posibilidad de dedicar el tiempo que crees conveniente a cada destino, exprimiéndolo al máximo.


Elegimos nuestras compañías

No es que seamos precisamente poco sociables, pero tenemos que reconocer que, cuando viajamos, nos gusta ir completamente a nuestro aire. Y eso también incluye a las compañías.

Los compañeros de viaje son parte fundamental del camino, los que viven con nosotros el descubrimiento de un nuevo destino, comparten comida y cervezas, y nos soportan en los momentos de bajón.

Por eso mismo no nos gusta compartir un viaje con cualquiera, preferimos viajar en pareja con la niña, nosotras dos solas (madre e hija) o, como mucho, con unos amigos muy concretos.

Como en nuestra escapada portuguesa a Amares y Guimaraes, en la que disfrutamos mucho con un grupo grande, pero bien avenido, de amigos.

Nuestro grupo en la Plaza da Oliveira, Guimaraes

Y si a veces ya es difícil viajar con amigos o familia (ponerse de acuerdo sobre dónde comer o alojarse, qué ver, de qué prescindir…) imaginaros tener que acoplarse al ritmo, gusto y preferencias de un grupo de extraños.

Viajar con un grupo organizado puede tener la ventaja de conocer gente nueva, pero ¿y si no hay afinidad? Creemos que es algo que puede enriquecer el viaje pero también estropearlo por completo y preferimos no correr ese riesgo. No nos apetece aguantar a ningún desconocido ni que nadie tenga que soportarnos a nosotros.


Tenemos más contacto con la gente local

Por mucho que intenten convencerte de lo contrario, viajar por tu cuenta te aproxima mucho más a la población local.

Cuando viajas por libre no tienes un guía que solucione constantemente tus problemas, que pida por tí la reserva en un restaurante o que negocie los precios en las tiendas de artesanía. No vas constantemente de un lado a otro detrás de un paraguas y al acabar directo al hotel.

Jóvenes nos saludan en Gondar, Etiopía

Eres tú, y sólo tú, quien tiene que resolver cualquier contratiempo que surja, comunicarte con la gente nativa de un lugar y regatear en los mercados locales.

Eso supone relacionarse más y mejor. Es algo que nos encanta y forma parte del aprendizaje y la riqueza de viajar.


Escogemos cómo y dónde comprar

En determinados viajes organizados suele repetirse la misma dinámica. Tras la visita del día, el guía te recomienda o directamente te acompaña a determinadas tiendas donde comprar. Suelen ser tiendas con las que tienen acuerdos y, por tanto, comisiones por ventas. Esto suele pasar también con cafeterías o restaurantes con los que los mayoristas tienen determinados convenios.

Es algo que entiendo pero que, personalmente, me molesta mucho.

Marionetas en la Calle Nerudova, Praga

No nos gusta que nos manipulen o nos lleven a sitios poco recomendables, con precios hinchados para el turista y productos supuestamente fabricados a mano en el país, pero que, en realidad, proceden del mercado asiático.

Preferimos buscar información contrastada para comprar en comercios locales donde el precio que pagas se corresponde con el trabajo manual del artesano y en consecuencia, con una pieza de calidad, aunque tengamos que pagar más.

Como en Praga, donde compramos una preciosa marioneta hecha a mano en el taller de una tienda tradicional checa.


Desarrollamos nuestro sentido de la orientación

No sé a vosotros pero, en mi caso, viajar y moverme por mi cuenta contribuye mucho a mejorar mi sentido de la orientación.

Que sí, que hoy en día ni siquiera necesitamos mapas. Tenemos GPS, teléfono móvil con mapas off-line que no requieren del uso de datos y todo tipo de artilugios y aplicaciones que nos ayudan a movernos de forma más eficiente por nuestro destino.

Taxi en Londres

Pero viajar por tu cuenta sigue requiriendo más atención, despierta todos tus sentidos, te fijas más en los pequeños detalles, las distintas rutas y aprendes a moverte de forma más económica y eficaz porque no tienes a nadie a quien seguir más que a tí mismo.


Aprendemos sobre el destino

Este punto es bastante personal. No dudo que muchas personas que viajan en grupos organizados, por motivos tan válidos como los míos para no hacerlo, se informan mucho sobre su destino antes de viajar.

Mezquita en Pocitelj, Bosnia-Herzegovina, con castillo al fondo

Pero viajar por libre añade un plus de complicación: hay que informarse bien sobre las rutas a seguir, la gestión del tiempo, las costumbres y horarios locales…

Todo esto implica leer mucho y recabar todo tipo de datos sobre los sitios a visitar (cómo moverse, qué ver, dónde comer…), lo que supone un aprendizaje en profundidad sobre el destino.


Algunas excepciones

Como en todo en la vida, creemos que en este tema de viajar por libre también hay ciertas salvedades.

  • Algunos paquetes turísticos.

Reconozco que en una ocasión contraté un paquete de vuelo chárter y hotel con una agencia, pero siempre siguiendo el viaje en destino por nuestra cuenta. Salimos perdiendo en dinero pero ganando en tiempo al salir el vuelo desde nuestra ciudad.

No creo que sea algo que vuelva a repetir, aunque si nos favoreciera en precio, tampoco dudaría en hacerlo.

  • Los tours en las ciudades.

Organizar un viaje por libre no tiene por qué suponer renunciar a algún tour en grupo. Suelen ser bastante amenos y tener una duración ajustada, alrededor de un par de horas. Los guías cuentan anécdotas muy interesantes sobre el destino y además ayudan a ubicarse, a ver lo fundamental de la ciudad para después recorrerla a fondo por tu cuenta.

Nosotros hemos hecho alguno y no dejamos de recomendarlos, aunque cuando estamos del otro lado nos quejemos del «dichoso grupo de los paraguas».

  • Los guías locales.

Hay destinos que piden a gritos un guía local, como determinados safaris o incluso viajes como Egipto, Jordania o Roma, que requieren de grandes conocimientos históricos y arqueológicos.

Nosotros somos partidarios de recurrir a este tipo de guías si es imprescindible. Quién mejor que un profesional del país, siempre que sea oficial y esté bien formado, para descubrirnos los misterios de las pirámides, las leyendas de Petra o los secretos del Foro romano.

En nuestro viaje a Etiopía hicimos una ruta en coche por el norte del país. Contratamos un coche con conductor, que en parte se convirtió en nuestro guía particular, del que aprendimos mucho sobre las costumbres locales sin que supusiera un estorbo en nuestra ruta.

Al contrario, fue una elección que sumó muchos puntos al viaje, nos aportó importantes conocimientos sobre el país y una grata compañía.


Y tú ¿también prefieres viajar por libre?

Cuéntame en los comentarios cuál sería tu principal motivo para viajar por libre y lo incluiré en esta lista.


⇔ Te recordamos que ni éste ni ningún otro contenido de este blog está patrocinado. No aceptamos invitaciones ni patrocinios de guías, hoteles, restaurantes u oficinas de turismo a cambio de una buena crítica.

⇔ Pagamos de nuestro bolsillo todos los gastos de nuestros viajes y por ello todas nuestras opiniones son libres y no condicionadas.

⇔ Si te interesa nuestro contenido recuerda que puedes suscribirte a nuestra newsletter en la parte superior del blog para recibir cada uno de nuestros artículos en tu correo electrónico y así no perderte ni uno.

⇔ De acuerdo a nuestra política de transparencia te recordamos que utilizar los enlaces de afiliación no conlleva ningún coste para nuestros lectores, pero para nosotros supone un medio para mantener el blog activo. Te agradecemos su uso y esperamos que te resulten útiles.

Comparte en tus Redes Sociales

Escritora de viajes, apasionada de la naturaleza y el arte, allá donde voy me acompañan mi cuaderno y mi cámara de fotos. Te cuento mis viajes por libre para animarte a organizar los tuyos. ¡Y muchos planes por Galicia!

6 Comments

    • 1mundoinfinito

      ¡Bienvenida Mar!

      Me estoy encontrando muchas familias que viajan por libre, hoy en día es bastante sencillo preparar un viaje independiente e ir a nuestro aire es, casi siempre, la mejor opción.

      ¡Gracias por leer y comentar!

  • Jose

    Muy buenos motivos para viajar por libre,no se me ocurre ninguno mejor.Y si es posible viajar solo ya es el summum del gustazo.

    • 1mundoinfinito

      ¡Hola Jose!
      Pues hay muchos otros motivos, seguro que si recuerdas tus viajes encuentras alguno…
      Viajar solo también es toda una experiencia, yo lo experimenté hace años en varias ocasiones y ¡lo recomiendo!
      ¡Gracias por comentar!

  • Lopapey

    Por libre 100% es como nos movemos.A veces cogemos algún guía que nos lleve a donde no alcanzamos pero poco más.Ir a nuestro aire es fundamental!!

    • 1mundoinfinito

      Es que moverse por tu cuenta te da una independencia increíble, ¿verdad?
      Sin renunciar a alguna ayuda puntual por parte de un guía profesional, que en muchos casos es necesaria.

      ¡Gracias por tu comentario Lopapey!

Utilizamos cookies para asegurar la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si continúa navegando entenderemos que está de acuerdo con la política de cookies, plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
error: Content is protected !!