Hoy es nuestro tercer día en Londres, no llueve, está nublado pero no hace frío. Cogemos el metro, la línea Circle hasta Westminster Station.
Primera en la frente: el BIG BEN está totalmente cubierto por andamios, qué se le va a hacer, lo veremos con calma más tarde.

ABADÍA DE WESTMINSTER
Entramos sobre las 10:00 horas y ya había gente, usando los 2×1, 20 libras con las audioguías en español incluidas y que resulta muy útil para conocer detalles de la historia del edificio.
La visita no es barata pero en mi opinión la Abadía de Westminster es imprescindible.
Merece totalmente la pena ver este impresionante edificio de estilo gótico en el que destacan salas tan impactantes como la Lady Chapel con un soberbio techo y la sillería del coro desde el año 1512 que te deja sin palabras.
También nos gustaron mucho los claustros y el Rincón de los Poetas, que alberga las tumbas de grandes genios de la Literatura, como Dickens, Shakespeare, Rudyard Kipling…Curiosamente ninguna mujer.

Estuvimos un par de horas largas con la visita, ya que además en la misma abadía había una actividad para niños y mi hija se apuntó sin dudarlo.
Para visitar la abadía se necesitan, como mínimo, un par de horas y no se pueden hacer fotos en el interior.
Precios:
Cuesta 20 libras adultos y 9 los niños. Los menores de 6 años entran gratis y tampoco se paga entrada con la London Pass.
Horarios:
Claustros: abren todos los días de 8:00 a 18:00 horas.
Abadía:
Lunes, martes, jueves y viernes: de 9:30 a 16:30 horas.
Miércoles: de 9:30 a 19:00 horas.
Sábados: de 9:30 a 14:30 horas.
Domingo: cerrado.
BIG BEN
Al salir estuvimos contemplando un buen rato el Palacio de Westminster, las casas del Parlamento y el Big Ben, del que poco pudimos disfrutar porque estaba tapado.

LONDON EYE
Cruzamos el Puente, hicimos muchas fotos al LONDON EYE, al que no pensábamos subir porque teníamos visita gratuita al Sky Garden para el día siguiente.

Comimos temprano, sobre las 13:00, por la zona y después nos fuimos directamente al British Museum, al que dedicamos con calma el resto de la tarde hasta las 18:00 que echaba el cierre.

BRITISH MUSEUM
El museo se creó en 1753 y se abrió definitivamente al público el 15 de enero de 1759. Los orígenes del Museo Británico van unidos al físico y coleccionista Hans Sloane, que deseaba que su colección de más de 80.000 artículos perdurase tras su muerte.
Entre los objetos de la colección estaban incluidos más de 40.000 libros y antigüedades procedentes de Grecia, Roma, Egipto, Oriente Medio y América.
En 1782 aumentó considerablemente la colección de piezas de origen griego y romano y, después de esto, en 1801 el museo adquirió una gran cantidad de antigüedades egipcias, entre las que se incluye la impresionante Piedra Rosetta (gracias a la cual se han podido traducir los jeroglíficos egipcios). En 1823 el rey Jorge IV donó la biblioteca de su padre por completo, por lo que el edificio del museo comenzó a quedarse pequeño.

En 1852 finalizó la construcción del nuevo edificio del museo, situado en su ubicación anterior, que es el que se mantiene hasta nuestros días.
La visita al museo es gratuita y se pasa un control de seguridad en la entrada, como era de prever.
Es justo que sea gratuita, pues todos los objetos allí expuestos proceden del expolio que Inglaterra hizo a otros países, haciéndose patente de manera sangrante en la zona dedicada a Egipto, que es impresionante, con una exposición de momias, sarcófagos y objetos ceremoniales muy completa.

Teníamos por delante unas cuantas horas, y sabiendo de antemano que todo no lo podíamos ver, compramos una guía básica del museo, 5 libras, nos lo tomamos con calma y vimos en profundidad la zona de Egipto y Mesopotamia y ya más superficialmente la dedicada a Grecia y Roma antiguas y parte de África.

En medio de la visita nos tomamos un té con un brownie cada una en la cafetería del museo, 7 libras, y como a las 19:30 teníamos entradas para ver The Lion King, sobre las 18:00 horas estábamos tomando el metro que nos dejó en Covent Garden en 10 minutos.
Cena rápida por la zona y a las 19:10 nos plantamos en la entrada del Lyceum Theatre, donde se representa este magnífico musical.
THE LION KING
He de decir que para mi hija El Rey León era una sorpresa, y se la comuniqué delante mismo de la puerta del teatro.
Las 95 libras que pagué por entrada, en stalls, bien centradas y con buena visibilidad, fueron compensadas por los saltos de alegría que dio mi hija al conocer cuál era la sorpresa que le había ocultado tantos días.

Si vais con niños recomiendo pedir un elevador, que podeis conseguir por 1 libra en la primera planta. Primer detalle feo: ¿pides una libra por prestar un cojín a alguien que paga entre 45 y 150 libras por la entrada?
Segundo detalle: en mi opinión no deberían permitirse consumiciones, comida y bebida, durante el espectáculo. Meten algo de ruido. Ya sabemos que hay que vender, pero para eso está el descanso.
Sobre el espectáculo. ¡Qué decir! No suelo ver musicales y por tanto no soy ninguna erudita, pero la calidad vocal de los actores, la puesta en escena y las representaciones de los animales me dejaron boquiabierta.
La primera escena, la presentación de Simba en sociedad al resto de animales, es simplemente espectacular, perfecta, de una delicadeza y sensibilidad exquisita. Nos encantó.
Lo recomiendo para niños a partir de 5-6 años con nivel básico de inglés. Tampoco hace falta que sepan inglés, lo van a disfrutar igual si conocen la película porque prima lo visual y musical sobre los diálogos. Dura unas 2 horas largas.
El teatro es pequeño y creo que puede haber buena visibilidad también desde el gran circle, por tanto si sois muchos de familia igual os compensa pagar algo menos y verlo desde arriba.
Al salir compramos agua, tomamos nuestro socorrido autobús nº 23 directo a la puerta del hotel y como eran casi las 22:30 nos fuimos a dormir.
Visitas gratuitas del día: paseo por Westminster y Museo Británico.
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2 Comments
Majo
Ay,nosotros también vimos El rey león,¡que gran musical!Te lleva de nuevo a la infancia,la música,las caracterizaciones son magníficas.La abadía de Westminster también nos fascinó,la zona de los poetas es mágica.Y el British tiene de todo,es inabarcable.
Tengo muchas ganas de volver a Londres esta vez con mis sobrinos,mi cuarta vez en la ciudad.¡Nunca me cansa!
mundoinfinito
¡Hola Majo!
La verdad es que es un musical increíble. También tenemos ganas de volver a Londres para disfrutar de otras zonas de la ciudad y ver más musicales, creo que Wicked y Aladdin pueden estar bien. Es una ciudad con una oferta cultural y de espectáculos infinita.
¡Gracias por tu comentario!